Parece mentira como van pasando los años, como me voy viendo en proceso de ser algo más que una niña pequeña..
Era una niña con la que soñaba ser una princesa, una bailarina y hasta una cantante, soñaba con tener un principe azul, con vivir con el en un palacio, jugaba con mis amigas a las muñecas, o incluso a las carreras para ver quien llegaba antes, era de las que lloraba cuando un susto le daban o cuando se caía..
Una niña que comenzó a crecer rápido, muy deprisa..
Era aquella que sin dudar te daba todo lo que tenía aunque a veces no quisiera, de las que siempre estaba jugando y alegre..De las que les decían guapa o algo bonito y se ilusionaba para todo el día..
Pero esa niña creció, el día que menos se lo pensó, entendió de otra manera la vida..Comenzó a crecer, a ser otra diferente, ya no lloraba cuando un susto le daban, ni cuando se caía, ni cuando la regañaban, lloraba cuando le hacía daño a su corazón..
Ahora es diferente, tiene nuevos pensamientos, ya no cree en el principe azul, cree en el chico de su vida, que es lo que tiene ahora delante de ella, tiene planes para un futuro, sabe que es lo que quiere en su vida y que es lo que quiere alejada de ella..
Cree en el que el mañana no está escrito, en el que el destino lo puedes modificar y hacerlo a su manera..
Sabe lo que significa amor, sabe decir te quiero de corazón, sabe el significado de estar enamorada..
No es aquella niña a la que ayer le robaron un beso, ahora es a la que le han robado el corazón y es presa de los latidos de su principe...
La que no perderá el tiempo en esperar a que el principe azul venga porque ya lo tiene delante y no lo dejará escapar jamás..
Ahora es ella la que un día soñaba con ser una princesa de un cuento de hadas...